La visita de los niños al dentista es importante, para que aprendan hábitos de higiene oral y prevenir la aparición de caries y problemas de encías. En las revisiones periódicas valoramos, además de su salud bucodental, la oclusión o manera en la que los dientes encajan, y el desarrollo de los maxilares.
Muchos niños no tiene un desarrollo facial y maxilar correcto y como resultado se producen las maloclusiones. Esa alteración en el desarrollo muchas veces se debe a hábitos como:
- Uso de chupete durante largo tiempo (mas de los 2 años)–> abre la mordida
- Chuparse el dedo–> abre la mordida
- Problemas en la deglución–> interponen la lengua al tragar y se abre la mordida
- Respirar por la boca ( puede haber problema de vegetaciones)–> al no respirar por la nariz, el paladar no se ensancha como debiera, queda estrecho produciendo mordidas cruzadas
- Mordida o succión de labios–> produce un resalte pronunciado, mucho espacio entre dientes de arriba y de abajo
Estos hábitos y las maloclusiones que producen, pueden tratarse tempranamente con ortopedia y aparatos funcionales, que mejoran y contribuyen a una correcta respiración y deglución. De esta manera podemos corregir los malos hábitos de una manera precoz y en algunos casos evitar la colocación de ortodoncia posterior con brackets.